Por Gordon Chávez, asesor financiero
Mi esposa vino a este país desde México hace más de 25 años en busca de mejores oportunidades para ella—y como muchos inmigrantes—para un mejor futuro para la próxima generación. A menudo hablamos sobre lo que queremos dejarles a nuestros hijos—no solo valores, sino estabilidad. Para muchas familias como la nuestra, comprar una casa no es solo tener un lugar donde vivir—es construir algo duradero. Ser propietario de una vivienda sigue siendo una de las formas más poderosas de crear riqueza generacional en Estados Unidos.
1. Por qué importa ser propietario
Según la Reserva Federal, el propietario promedio tiene casi 40 veces más riqueza que el inquilino promedio. Esta riqueza proviene del capital acumulado con el tiempo—capital que puede ayudar a pagar la universidad, lanzar un negocio o simplemente dar una ventaja a las futuras generaciones.
Como compartió mi amigo Shanne Sleder, asesor hipotecario local con RWMLoans.com: “Ser propietario de bienes raíces es un primer paso para desarrollar riqueza generacional y asegurar tu jubilación. Puede ser difícil ingresar al mercado en el Norte del Condado, pero existen programas especiales que pueden ayudar con asistencia para el pago inicial y la posibilidad de calificar como comprador por primera vez.”
2. Barreras que las familias latinas enfrentan
Un estudio del Urban Institute de 2024 encontró que incluso cuando los ingresos y la edad son similares, los hogares latinos aún tienen tasas más bajas de propiedad de vivienda. En 2023, la tasa de propiedad entre los estadounidenses blancos no hispanos fue del 73.8%, mientras que entre los latinos fue del 49.8%.
¿Por qué?
- Mayores proporciones de deuda en relación con el ingreso
- Historial crediticio limitado
- Menor riqueza generacional para cubrir el enganche
3. Dar el Primer Paso
- Explora asistencia para el pago inicial en DPA One
- Usa el historial de pagos de renta y servicios para construir crédito
- Busca programas para compradores de primera generación
Ser dueño de una casa no es solo tener un techo—es una herramienta poderosa para construir seguridad, comunidad y un legado. Con las herramientas y el apoyo adecuados, podemos convertirnos no solo en propietarios, sino en constructores de un legado.
